Contexto

La tecnología blockchain se perfila como una de las innovaciones más significativas del siglo XXI debido a su impacto en diversos sectores, abarcando desde el ámbito financiero hasta la manufactura y la educación.

Pero lo que muchos desconocen es que la historia de blockchain no es algo nuevo, se remonta a principios de los años 90, cuando Stuart Haber y W. Scott Stornetta desarrollaron el concepto de una cadena de bloques protegida criptográficamente en la que nadie podría manipular ni las marcas de tiempo, ni la información contenida en cada uno de los bloques. Sin embargo, es en 2008 que la historia de blockchain comienza a ganar relevancia, gracias al trabajo de una persona o grupo con el nombre de Satoshi Nakamoto, por el protocolo Bitcoin.

¿Marcas de tiempo, es blockchain un reloj?

La tecnología de blockchain, sin entrar en detalles en cómo funciona, permite establecer un punto de control temporal del estado de un conjunto de datos, fácilmente comprobable y difícilmente modificable, y todo ello de forma descentralizada. Al establecer esa marca de tiempo de forma periódica y estable se podría considerar como un reloj. ¿Y qué utilidad podría tener ese comportamiento? Que permite crear sistemas en los que se puede compartir información de forma confiable, sin la necesidad de un ente que centralice/custodie.  Gracias a las marcas temporales, es posible verificar en cualquier momento el historial de los estados de una información específica. Esto asegura que en todo momento se cuente con la información correcta y actualizada.

¿Es blockchain un componente a incorporar en cualquier proyecto?

Dado que la funcionalidad principal de la tecnología blockchain radica en la descentralización de la información. Sólo sería útil en un proyecto que requiera de esa necesidad.

Por ejemplo, si quisiéramos crear una red social sin censura, necesitaríamos que la custodia de la información no recayera sobre ningún ente/participante concreto, dado que podría altera dicha información o decidir quién puede participar en dicha red. En este caso, la incorporación de la tecnología blockchain al proyecto permitiría que los participantes pudieran acceder y compartir la información de la red social de forma confiable, descentralizada y sin censura en su acceso y/o contenido.

¿Es entonces una blockchain una base de datos donde almacenarlo todo de forma descentralizada?

 La tecnología blockchain sirve como una base de datos descentralizada. Aunque sería factible almacenar todos los datos de una aplicación en ella, debido a su naturaleza descentralizada, se sugiere utilizarla únicamente para almacenar la cantidad mínima de información necesaria para garantizar la integridad de un conjunto de datos más extenso al que representa. De esta manera, se facilita la validación en momentos temporales específicos.

La recomendación es utilizar modelos de base de datos tradicionales, ya sean relacionales o no, para gestionar toda la información de la aplicación en cuestión y solo almacenar en “blockchain” la información que permite asegurar la consistencia y fiabilidad de la información de dichas bases de datos. De esa forma se pueden aprovechar todas las capacidades de un sistema de base de datos tradicional, con el extra de la descentralización, sin la dependencia de un tercero en el que confiar que no altere dicha información en su beneficio.

¿Y los contratos inteligentes, qué tienen que ver con todo esto?

Los contratos inteligentes, son solo una interfaz programable que permite interactuar con la información almacenada en el componente de “blockchain”, consultarla, editarla y borrarla (sí, borrar una información no es alterar su estado en el tiempo, es solo que, en ese punto determinado, se elimina).

Si solo son una interfaz, ¿por qué tienten tanta importancia? Porque no solo permiten gestionar la información, también permiten incluir lógica en ellos, y esa ejecución también sería descentralizada, al igual que los datos que gestionan. De esa forma se podría ejecutar acciones sobre los datos, sin confiar nuevamente en un tercero.

 Retomando el ejemplo anterior, sería posible inscribir a un nuevo usuario en la red social mediante una serie de validaciones y comprobaciones, sin depender de la decisión arbitraria de un tercero sobre si se permite o no dicho registro.

Conclusión

La tecnología blockchain no solo posibilita la descentralización de la información, sino que también abre la puerta a descentralizar la ejecución. Estas dos capacidades son lo bastante potentes como para dar origen a nuevos conceptos de aplicaciones que transformen nuestra forma habitual de interactuar con la información y de compartirla con otros organismos e individuos. Esto explica el creciente interés que está suscitando, pero no, blockchain en un cepillo de dientes, no es una buena idea.